“Muchas manos aligeran el trabajo»
“La unión hace la fuerza”
Este principio nos habla acerca de la importancia que existe en las relaciones que establezcamos entre los elementos que conformen nuestro diseño.
Afortunadamente nuestro mundo ha cambiado y cada día estamos más abiertos a aceptar todo aquello que llega hasta nosotros y a permitir que se integre en nuestras vidas. La comunicación y los transportes han unido a la humanidad, sus ideas, sus gentes… pero también sus productos, sus plantas, su cocina, sus culturas.
Sin embargo son también nuestras viejas culturas y tradiciones, nuestros tópicos e ideas heredadas lo que nos separa y divide cada día. Debemos de intentar romper estas barreras. Lo que conocemos no es siempre o bueno o malo, todo depende. Todo es aceptable si tenemos una mentalidad abierta y la capacidad de ver siempre el lado positivo. No se trata de romper con la tradición, sino de incluir otras dentro de la nuestra. Estamos conganados a entendernos, y en lugar de perder algo, lo que ocurrirá será que ganaremos mucho más.
Aquello que vemos como un problema puede ser la solución de otra cosa. Si un elemento no funciona en un lugar o situación concreto sin duda no estamos haciendo un uso eficiente de sus propiedades o de su función. Observa detenidamente sus interacciones con el sistema, no lo descartes a la primera solo por no ser capaz de ver su utilidad, por que algo te molesta, te ofende o te disgusta.
“La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta”.
Todos los elementos que componen nuestro universo tienen su función.
Precisamente por esto debemos esforzarnos en integrar el mayor número de elementos en nuestro sistema, elementos dentro de otros elementos, relacionándose en múltiples niveles, potenciándose y optimizándose los unos a los otros. No importa el tipo o la forma del elemento al que nos refiramos ni el sistema en que lo incluyamos, como ya he dicho, todo sirve.
¡Adiós a la discriminación! Abramos la mente y el corazón a todo lo nuevo, a todo lo diferente, perdamos el miedo. El resultado nos convertirá en personas más grandes, con mayor información, con más herramientas, con más medios para vivir y sobrevivir.
No existe en nuestro mundo una persona que sea más incapaz que otra. Sencillamente cada uno tenemos habilidades y capacidades especiales para una u otra función. El descubrirlas y ser capaces de llevarlas a cabo (o no) será la historia de nuestras vidas, de nuestros logros y decepciones. Reconocerlas en los demás, y saber potenciarlas es otro paso esencial que nos llevará al éxito en nuestros proyectos. Cuantas más personas integremos un proyecto mayor capacidad tendremos para afrontar los retos que se nos presenten.
“Dos cabezas piensan mejor que una”.
De igual forma, aquello que vemos inútil podemos integrarlo de forma que si que lo sea o aún lo útil para que lo sea aún más. La mayoría de agricultores no quieren oir hablar de la grama (una de las hierbas adventicias más tenaces), pero podemos utilizarla allá donde queramos un suelo cubierto, pisable y verde (con cortarla regularmente evitaremos que sus semillas se propaguen). Esta grama cortada podemos añadirla al compost, darla de comer a nuestros animales o utilizarla como acolchado. Un montón de unos 50cm de grama (o cualquier césped cortado) puesto sobre una superficie con plantas (con grama, por ejemplo) las quemará, una vez retirado el montón tendremos un suelo sin hierba. Si lo que había en este suelo era grama, solo tendremos que remover la tierra que quedó y sacar las raíces para poder plantar lo que queramos. Estas raíces de grama podemos lavarlas, secarlas, triturarlas y utilizarlas en infusiones diuréticas, que regularán el estado hormonal de las mujeres.
Imaginemos una estufa: echamos leña dentro y calentamos la habitación, muy bien. ¿Qué podríamos integrar aquí? Imaginemos una estufa diferente, una estufa con fogón y con horno también nos servirá para cocinar y hacer pan. Si integramos en ella un sistema de calefacción podremos calentar con ella más de una habitación o el agua del baño, y si aumentamos el recorrido de la chimenea retendremos más calor aún dentro de casa. Con un cristal en la puerta podremos contemplar la combustión del fuego (puede ser más adictivo que la televisión). Una estructura metálica colgada cerca puede servirnos como secadero de plantas medicinales, frutas o para la ropa mojada.
Solo nosotros podremos poner límite a la cantidad de relaciones y funcionalidades diversas que podamos encontrar en nuestros elementos. Pero debemos intentar mantener siempre estas dos normas básicas a la hora de diseñar los espacios y elementos:
-Cada elemento cumple varias funciones.
-Cada función importante esta sostenida por varios elementos.
De este modo nos curamos en salud. Si el día está nublado, usaremos nuestras balsas de agua para producir electricidad, en lugar de las placas fotovoltaicas. La buena orientación de la casa hacia el sur y sus grandes ventanas salvarán a nuestras plantitas si la tormenta destruye el invernadero. Criar juntos distintos tipos de animales favorecerá la biodiversidad, ampliará el número de productos disponibles, se aprovecharán mejor los pastos y podrán protegerse unos a otros en caso de producirse algún ataque. Y cambiando el monocultivo por el policultivo seguiremos teniendo oferta ante cualquier crisis o caída en los precios del mercado.
“En lo puro no hay futuro. La pureza esta en la mezcla.” Jarabe de palo.
¡Basta de especialización!
Debemos ser especialistas en multidisciplinarse, realizando multitareas en entornos biodiversos junto a grupos variopintos.
No se a que esperamos para cambiar las salas de conciertos por las huertas de conciertos.
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