Principio 12: Responde creativamente al cambio.

 

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La visión no es ver las cosas como son sino como serán”.

El mundo esta cambiando.

Todos podemos verlo, cada día el mundo cambia más y más.

Y ya no parará de cambiar… pues nunca lo ha hecho.

Todas las gentes, en todos los tiempos, en todas las culturas, a través de todas las edades, fuera cual fuera el lugar han sido creadores del mundo que les vio nacer. Heredaron la tierra y con cada uno de sus actos la cambiaron y transformaron, cambiaron el modo de vivir en ella y la vida de todo cuanto el mundo albergaba. El mundo cambió entonces y es así como nosotros lo heredamos.

A partir de ahora crearemos el mundo que otros heredarán.

Lo que este último principio de la permacultura nos propone es que, como no podemos evitar los cambios, hagamos que estos nos sirvan.

En primer lugar para que estos nos generen precisamente un cambio de aptitud: Facilidad o Dificultad son solo las percepciones con las que la mente valora el cambio. Si consideramos el cambio como un hecho negativo, consideramos el mundo como un lugar hostil, actuamos con dolor, con miedo, y destruimos el mundo. Si al contrario consideramos el cambio como algo positivo, las tornas se invierten, consideramos el mundo y la vida como regalos que debemos cuidar. Entonces construimos y creamos un mundo mejor.

«Si la vida te da limones, haz limonada»

En segundo lugar, utilizaremos los cambios para conseguir el fin que buscamos. Aprovechamos la oportunidad que se nos ofrece aunque esta no nos guste demasiado con la clara intención de trabajar sobre las ventajas, por encima de los inconvenientes. Obviamente debemos de ser fuertes, creer y trabajar duro para alcanzar nuestra meta.

Aceptamos las naranjas que una tierra hoy nos ofrece con la clara intención de invertir los beneficios en ir migrando el espacio hacia un bosque comestible. Aceptamos un agua sobrenitrificada con la intención de depurarla tras nuestro uso. Aceptamos los días de duro trabajo sabedores de la recompensa que vendrá después.

Acepta los momentos de soledad para conocerte mejor a ti mismo.

Acepta lo que has perdido para valorar que aún conservas.

Pero, si aún así, sientes que eres incapaz de aceptar el cambio, es por que el cambio te esta pidiendo que cambies con él. ¡Muévete! El mundo gira, la vida avanza y en nuestra capacidad para adaptarnos reside la clave para sobrevivir. ¡Despierta! ¡Actua! No te quedes dormida mientras otros manejan los hilos de tu destino. Agrarra con fuerza el momento por que éste te pertenece de pleno derecho.

¿No sabes como hacer? ¿Por dónde empezar? Se creativa, conócete a ti misma. Acuerdate de tu infancia, qué hacías cuando eras niña, juega de nuevo, pinta, dibuja, canta, dedicate a experimentar contigo misma, sacudete bien el polvo, arrancate las legañas y exprimete hasta hacerte saltar las lágrimas que nunca lloraste. Depués estarás más cerca de llorar de alegría.

El mundo es muy diferente hoy de como lo era cuando yo era niño, soy consciente de ello. Ha cambiado el clima. Ha cambiado la naturaleza que nos rodea. Ha cambiado el modo en que nos servimos de esa naturaleza. Ha cambiado la cantidad de basura que se puede ver. Ha cambiado la cantidad de agua dulce. Ha cambiado la cantidad de árboles. Ha cambiado el modo de trabajar. Ha cambiado la comida que comemos. Ha cambiado nuestro modo de vida. Ha cambiado el lugar donde buscábamos la felicidad. Ha cambiado la salud de toda nuestra raza, de todas nuestras tierras, de todo nuestro mundo.

La permacultura claramente busca un nuevo cambio. Somos muchas las que en cualquier rincón del mundo estamos dedicando nuestras vida a ser partícipes de ese cambio, creando una nueva esperanza con cada nuevo día. Personas anónimas, distintas. Y cada día somos más.

«Se el cambio que quieres ver en el mundo»

A nuestro lado tenemos la infinita capacidad de la mente humana para imaginar, aprender, motivarse, crear y crecer. Todos y cada uno de nosotros somos artistas cuyas manos modelan el mundo con prodigiosidad. Todos llevamos dentro la capacidad de construir tal y como nuestro corazón nos propone. Rechaza las opiniones de otros, rebélate contra las imposiciones de aquellos a quienes crees son tus jefes, rompe con la norma, cuestiona la autoridad, revisa la tradición, reprograma tu mente y reconduce tu vida.

Llevate a ti mismo al lugar en donde quieres estar, y llevate contigo la mejor de tus sonrisas. Dedica tu tiempo ha hacer aquello que te hace sonreir, a lo que te alegra y te hace sintir bien. No te afanes en destruir lo que no te gusta, transmútalo en algo espléndido, como la crisalida transmuta a la oruga en mariposa. Baila, salta y sonrie al ritmo que la vida te propone, pues por muy quieto que decidas quedarte el mundo seguirá girando.

«El espíritu humano avanza de continuo, pero siempre en espiral.»

Goethe

Si verdaderamente queremos construir una cultura humana que habite la tierra permanentemente debemos subirnos a esta nueva nave del cambio, pues ningún cambio físico ni ningún cambio de mentalidad surtirá efecto a largo plazo sin un auténtico y verdadero cambio en la conciencia de nuestro espíritu.

Casi 7.600.000.000 de almas poblamos la tierra a día de hoy. Conozco a algunas de ellas y a muchas que han asumido un verdadero cambio en su conciencia. Soy plenamente consciente de que no llegaremos a cambiar todas.

Pero debería ser así.

Pues nuestro mundo pronto volverá a cambiar.

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